15 marzo 2013

¿Haciendo uso de tu libertad de expresión o fomentando la segregación, odio y discriminación?



Nuestro sistema judicial fue puesto a prueba, así como las instituciones que se encargan de proteger y brindar apoyo a las víctimas de todos los tipos de violencia o violaciones a sus derechos en general. En esta ocasión el caso era difícil, el primer caso de feminicidio en el país, así tipificado por la Fiscalía General de la República.

Como todos y todas me enteré del caso del asesinato de una mujer, perpetrado presuntamente por su pareja, ocurrido luego de una noche de copas y según declaraciones del expediente judicial luego de una discusión entre la pareja, el esposo le dispara a la esposa y ésta fallece. Me indigné profundamente, ya que esto –asesinar a la pareja- es el punto “culmine” de la violencia intrafamiliar, el agresor no le basta haber ejercido durante años todos los tipos de violencia que se pueden ejercer sobre su pareja y termina arrebatándole la vida, la gran mayoría de casos de violencia intrafamiliar así terminan.

Mis primeras preguntas luego de escuchar la noticia de esa pareja fueron ¿Cuántos años llevaría esta mujer sufriendo maltratos? ¿Cuántas humillaciones habría sufrido? ¿Cuántas veces colocó maquillaje en sus golpes? ¿Cuántas veces justificó moretones en su cuerpo, atribuyéndolos a caídas o golpes sin importancia? ¿Cuántas veces quiso romper el círculo de la violencia y fue seducida con el famoso “no lo vuelvo a hacer” “piensa en los niños”? y más de alguna vez se dijo a sí misma “no debí provocarlo” y decidió asumir la culpa de los golpes como la única explicación… y no me equivoqué según indican las informaciones que se obtienen de los medios de comunicación este matrimonio llevaba años de tener un círculo de violencia de todos los vecinos conocido, además de que la familia lo sabía, pero como suele suceder todos y todas callaron, al final el agresor “se le pasó la mano” y la mató –no creo que teniendo un arma en casa y siendo alcohólico y violento, fuera la primera vez que le disparara a su compañera-

El tipo fue detenido en su casa, dijo a viva voz a la empleada doméstica “la maté” los policías lo encontraron con el arma, la mujer está en el piso en un charco de su propia sangre, el agresor aun alcoholizado solo contemplaba el cadáver y no tuvo ni la mínima misericordia o el mínimo sentimiento de consideración a esta mujer, de ser él mismo quien llamara una ambulancia quizá no a la policía, pero pedir apoyo médico –se nota el amor a su compañera- y la policía no lo encontró precisamente en el piso, llorando sobre el cuerpo de la mujer que parió a sus hijos, nada, ni lo más mínimo.

Todos y todas sabemos que acceder a la justicia, lograr conocer todos los hechos y circunstancias que rodean este tipo de hechos es difícil, ya no digamos conseguir condenas, tenemos un sistema plagado de funcionarios corruptos, además de poseer personal insensible ante los hechos de violencia, ya sea porque los ven a diario y nada ya les sorprende o porque simplemente llegan a blindarse de tal manera que lo que hacen en revictimizar a las personas que buscan auxilio, además de la negligencia y la desidia al trabajo; llena de jueces que por más que se les capacite en temas de género y diversidad sexual a la hora que les toca conocer de estos procesos, no lo hacen como jueces sino que en muchos casos lo hacen en su calidad de “machos” antes que jueces y anteponen sus prejuicios personales, sus propias carencia personales, sus conflictos y machismo recubriéndolos con “resoluciones de sana critica” y de abogados que saben ganarse la vida defendiendo este tipo de personajes arguyendo todo tipo de fallas en el sistema, vacíos de ley y faltas en los procesos y procedimiento, por este trabajo cobran importantes sumas de dinero y no los juzgo, todos tenemos derecho a ganarnos la vida y el principio de inocencia y el derecho a una defensa técnica están contemplados en nuestra constitución.

Todo esto lo entiendo, pero lo que no podré comprender es cómo existen personas que se cubren con el manto de la “libertad de expresión”  para escribir editoriales vanagloriando actos tan repudiables como un feminicidio, burlándose utilizando calificativos peyorativos, descalificando con etiquetas a los y las que nos pronunciamos en contra de estos hechos, además en sus artículos buscan incitar al odio, discriminación, a la misoginia y homolesbotransfobia -Fobia a los homosexuales,Lesbianas y Transexuales-

Esta sociedad está lo suficientemente dividida como seguir en este juego, no podemos permitir que editorialistas digan “solo brindo mi opinión, en el ejercicio libre e irrestricto de mi libertad de expresión” cuando sus artículos buscan despojar de sus derechos fundamentales a las minorías de esta sociedad, y no es cuestión de ser tolerantes porque esa no es la palabra, es cuestión de respeto. Sí, eso que se le da a las personas que opinan de manera diferente a la mía, ese que se le tiene a personas que no comulgan con mis puntos de vista religiosos, futbolísticos, económicos, políticos y que no por eso son malos –no se puede seguir con la anacrónica idea de dividir entre buenos y malos-, solo tiene una percepción que no es la que usted tiene y digo esto porque muchos piensan que debemos “ser tolerantes” eso a mí personalmente me suena a “ni modo aguantémoslos” y no es eso lo que necesita esta sociedad para lograr unirse y avanzar.

No espero que el señor editorialista se disculpe o asuma su error y reconozca su irrespeto hacia las mujeres y la comunidad LGBT salvadoreña.

Lo que sí espero es que los y las que tengan a bien leer esta columna se den cuenta que seguir fraccionando esta sociedad en ricos y pobres, derecha e izquierda, católicos y evangélicos, homosexuales y heterosexuales, lesbianas, feminista, religiosos y no creyentes… buenos y malos, solo beneficia a los que siguen en los círculos de poder, esos que no permiten que los procesos sociales se den de modo tal que podamos tener acceso a la justicia de una manera amplia, esos que en lugar de educar a la población les enseñan a consumir, esos que buscan que nos mantengamos en el pleito constante entre nosotros para que de esa manera no nos fijemos en que ellos siguen haciendo las reglas a su media. 

Debemos enfocarnos en exigir de manera conjunta todos y todas que el Estado nos garantice nuestra seguridad, salud y educación, -y digo el Estado y no el gobierno de turno porque ese solo dura 5 años- hay que sumar y multiplicar capacidades e ideas que tengan visión de país… no caigamos en las redes de esos que durante años han buscado avivar el fuego de la polarización, discriminación y odio, para no permitir que esta sociedad sea una en los puntos comunes que poseemos y que finalmente les digamos ¡basta, hasta aquí, ni un feminicidio ni homicidio más sin castigo! ¡Basta, hasta aquí, ni un acto de corrupción más sin castigo! ¡Basta hasta aquí, ni un niño/a más abusado y su agresor sin castigo! 

Una sociedad que se mantiene fraccionada jamás logrará salir adelante, porque mientras unos empujen a un lado y otros hacia otro, no avanzaremos y nos estancaremos manteniendo los mismos o peores niveles de exclusión, discriminación, polarización y odio de clases que hasta la fecha nos mantiene en el subdesarrollo.

1 comentario:

  1. Hay varias luchas que día a hacemos en este país como mujeres... luchas por nuestras familias, por la autonomía de nuestros cuerpos, por mejorar esta sociedad patriarcal y machista, por conservar nuestra dignidad nuestra vida... por construir un mejor El Salvador, un mejor mundo para vivir...

    ya el simple hecho de ser mujeres nos pone ya con mas de 500 años de desventaja... y aunque hay cambios mínimos, estoy retroceden cuando personajes como los que antes has descrito se empeñan en tratarnos como simple objetos...

    Estoy total y plenamente indignada! yo... yo como una mujer FEMINISTA, LESBIANA, AMIGA, TÍA, ACTIVISTA EN PRO DE MI COMUNIDAD LGBTI COMO MUJER...

    Me da un dolor profundo que muertes como las de la compañera no tengan una resolución justa, si no que mas bien vuelva a ganar el MACHISMO que tanto daño hace e nuestras poblaciones... que ese FALSO periodista oculto tras esa profesión sea capaz de escribir tanto odio en una sola nota...

    Falta mas por hacer... falta mas por luchas y mientras denunciemos... mientras no nos quedemos calladas aun existen esperanzas... hoy fue esa pobre mujer... mañana podrían ser nuestras hermanas, tías,madres, amigas o nosotras mismas y tampoco nadie se pronunciara?

    Gracias Bessy Ríos por permitirnos reflexionar con tus notas... tu eres la vos de las que no tienen o no pueden... sabes que puedes contar conmigo siempre...

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