24 noviembre 2012

LIBERANDO UNA MARIPOSA



El día de ayer nos tocó una jornada interesante y muy estresante, donde conocí la solidaridad de mujeres que de una forma desinteresada –más que por el hecho de ser mujeres- ayudaron a una mariposa que a pesar de tener las alas mas hermosas no podía volar, que muy a pesar de conocer el camino a casa, tenía miedo de emprender ese vuelo, que a pesar de ser una mariposa segura de su velocidad en vuelo, estaba aterrada que el cazador la alcanzara en pleno vuelo de libertad, la bajara del cielo, le cortara sus alas y la encerrara en la jaula nuevamente.

No hay cosa mas dolorosa que ver a un ser amado, la que es tu amiga, una hermana…. una mariposa, sometida a una situación de violencia donde no solo se le quitó la libertad, autoestima, seguridad, independencia emocional y económica si no también en algún momento el agresor logró privarla de su personalidad, de su bella sonrisa de su capacidad de disfrutar las cosas simples de la vida –el aire que entra a través de una venta cuando viajas en vehículo- volviendo a una mariposa que antes había sido audaz, locuaz, radiante, con la mira más honesta del mundo, con los ojos mas sinceros y con una sabiduría muy profunda para su corta edad… y quien habiéndose enamorado me pidió que le diéramos formalidad legal a su relación y ahora me arrepiento tanto, porque fui yo la que le puso el primer candado a la jaula de la mariposa.

No les contaré todo lo que ha sufrido la mariposa durante mas de tres años de violencia, más bien hablaremos del trabajo de las organizaciones, instituciones, funcionarios y agentes de seguridad publica, que se dedican a apoyar a mariposas como la de mi relato.


Todos/as sabemos que el primer paso para romper el círculo ignominioso de la violencia inicia porque la víctima asuma con conciencia que está sufriendo violencia y que la persona que la ejerce es un victimario, agresor o agresora, -violencia o agresión es todo lo que nos lastima o nos daña en nuestra calidad de seres humanos y humanas- luego de adquirir esa conciencia, ella o él debe superar el temor del bochorno social, laboral, familiar y decir que está en esa situación, además de lograr pedir ayuda, sabiendo que este auxilio no solo puede pedirlo a la Policía Nacional Civil –en primera instancia-  sino también es válido pedírselo a una amiga/o, hermano/a, padre/madre, o ha cualquiera con el cual se sienta cierta empatía y la suficiente confianza como para contarle la intimidad y detalles de lo que sufre en silencio. Estos diría cualquier psicólogo que son pasos “saludables” que van encaminados a una rehabilitación y recuperación de su autoestima y libertad, lamentablemente las y los que deciden iniciar estos pasos se encuentran a cada paso que dan con muros infranqueables uno cada vez mas difícil que otro, y en ese viacrucis que le toca recorrer poco a poco debilitan la poca fortaleza que ha logrado y van minando su deseo de romper la violencia con frases “es que esto esta demasiado difícil, quizá no le hagan nada, todos me regañan, mejor me regreso antes que se de cuenta”

Como yo lo entiendo cuando una víctima está viviendo violencia lo primero que hace es huir como instinto primario que todos y todas poseemos, nos alejamos del peligro, procurando irnos lo más lejos posible, que pensaría si usted viene huyendo de un municipio como Perquín, Morazán, sale de noche asustada, no encuentra el camino viene huyendo, finalmente logra llegar a San Miguel, lo primero que se le ocurre “debo evitar que se me acerque” ¿donde voy? Claro el primer sitio que usted busca es la Procuraduría General de la República y se encuentra con el primer revés, le atiende claro luego de tener una larga espera, y usted le relata a la persona que le atiende todo lo sucedido, rompe en llanto y le dicen, hay que nombrarle procurador vamos a realizar los trámites, ¿donde vive el agresor? Aaaahhh no mire debe ir a la Procuraduría de su municipio o departamento, nosotros no podemos ayudarle, ahí vaya y ahí le van a ayudar, nadie le dice, “permítame llamaremos para allá para que la esperen y le brinden ayuda” solo es un simple váyase, tristemente al llegar a la procuraduría de su departamento debe hacer nuevamente el mismo procedimiento, la espera y contar nuevamente todo lo sucedido, luego que consigue le nombren su procurador usted pregunta ¿ya no se me va a acercar, verdad? y se encuentra con la seca, triste y horrible respuesta, aaahhh mire pero las medidas debe irlas a pedir usted misma a un Tribunal de Paz, vaya y consígalas y luego me viene a avisar el día que le van a dejar la audiencia.

Empieza usted con la búsqueda del Tribunal de Paz mas cercano para que le dicten medidas de protección y se encuentra con la frase “¿Que le pasó? ¿y por qué le pegó? –como si existiera alguna justificante para ese funcionario de Tribunal, para que alguien golpee a otro- ¿Dónde vive el agresor? aahhh ese es otro municipio, vaya a su municipio que ese juez es el único que le puede dar medidas y obligan a esta víctima que va huyendo a regresar al municipio donde reside con el agresor, sume que va sola y con altas posibilidades de que en su camino lo encuentre y muy probablemente la golpiza en esta ocasión sea peor, puesto que la víctima está tratando de liberarse y el victimario hará todo cuanto esté en su posibilidad para volver a someterle, este procedimiento debe revisarse al menos en el caso de violencia intrafamiliar –tengo la claridad que el domicilio del agresor para efectos de notificarlo es el idóneo para iniciar cual proceso, así lo dictamina nuestra ley para garantizar el derecho de defensa- pero me parece sumamente inhumano que se obligue a la víctima a volver al sitio de donde viene huyendo, cualquier Juez de Paz debería dictar las medidas de protección –son de urgencia-, para que él o ella pueda tener la certeza que si se le acerca el victimario se pueda llamar a cualquier agente de la PNC y éste inmediatamente pueda detenerlo y así evitar una tragedia mayor.

Pero sigamos en el vía crucis, la víctima se regresa al municipio y llega al Tribunal de Paz de turno, y se encuentra con otra dura prueba, muy temerosa dice “vengo a pedir medidas, sufro violencia intrafamiliar” lo primero que encuentra es a un funcionario –usualmente regordete- que bosteza al verla y le dice “siéntese ahí” luego se oye una voz al fondo de una mujer que le dice “¿a quién es a la que le pega el marido?” claro no olvide que en ese Tribunal usualmente permanece lleno por ser la primera instancia, usted se para y dice “yo”, y le contestan “vaya, venga para acá y jale esa silla” y luego poco a poco y sin disimular se empiezan a acercar los demás empleados del Tribunal a querer escuchar su relato, como si fuera cualquier tipo de “reality show” donde le están relatando las escenas, incluso hay pequeñas risas acompañadas de la frase “ve que pasmada porque ha aguantado tanto, si que es dunda esta mujer” usted empieza a bajar la voz, no quiere que los demás oigan, es su vida la que está relatando y son episodios en suma dolorosos –las primeras veces que la víctima habla de sus agresiones, revive los sentimientos, es como volver a vivir los hechos, el temor, el dolor, la incertidumbre, se apoderan de ella- se le corta la voz además de secarse la boca, pero no hay un “quiere un vasito con agua” sino se escucha “hable fuerte que no le oigo y hable despacio que no puedo escribir rápido” poco a poco va terminando su relato y la persona que le toma su declaración le dice “y estará el agresor en casa para poderlo notificar” y usted responde “no, en verdad no sé, yo me salí huyendo y no le podría decir” y el funcionario en un acto de prepotencia y de completa falta de humanidad le dice “pero para notificar esto se le debe dar a él, esta dirección ya dijo el notificador que no la conoce, tiene usted que llevarlo, previo a eso debe verificar si el agresor está en casa” como se preguntaría usted, si así, la víctima no solo es obligada a regresar al municipio del agresor también debe llevar al notificador hasta su casa para ubicarlo, si por dicha dentro de las medidas también logra que se “expulse al agresor del hogar” le entregan un oficio que va dirigido a la PNC, no se emocione, es la víctima quien debe ir a la delegación a entregar dicho documento y a esperar haber en qué momento hay un “chancecito” para que los señores agentes hagan efectiva esta orden y no crea que se salvará de no ir a la casa –claro irá en compañía de la PNC- pero es usted la que debe ir encaramada en el camión de los policías para indicarles el camino de su casa, ¡siiiiií! ahí donde ha sido agredida, donde lleva años sufriendo en silencio, donde está el agresor… nuevamente todo es un escándalo, sus vecinos son los primeros en salir, atrás de la patrulla viene el notificador del Tribunal, llega a su casa y se encuentra con la sorpresa que el agresor no está, la PNC gentilmente le dice, estos son nuestros números en cuanto regrese el agresor nos avisa y vendremos lo mas pronto posible igual modo hace el notificador, y la dejan ahí… íngrima nuevamente en la casa, con un papel que dice “que él no puede entrar, que él no se le puede acercar y que él no la debe amenazar” esa es su única defensa.

Indígnese, ¡sí hágalo!.

Ayer ví todo esto que les relato y además sume que la variante que esta víctima va en compañía de sus hijos pequeños, en todo este proceso nadie les ha ofrecido ni agua y menos comida y los niños están asustados, hambrientos y cansados; la diferencia es que la mariposa de mi relato no estaba sola, y no la dejé sola en esa casa; la traje conmigo y la dejé huir hacia otro sitio donde hay mas mariposas como ella, aterrorizadas por el cazador, ocultas y encerradas ¡ironía de la vida! ellas están presas, no se les permite salir por su seguridad y el agresor está libre en la calle, acechando y esperando el momento en que vuelva a ver a su víctima y así castigar su atrevimiento de denunciarlo.

No crea que esto ha terminado el agresor tendrá su audiencia inicial en unos días y yo llegaré a ver cómo se desarrolla la misma, si confirman las medidas y la reacción del agresor, veré si estando ante los Tribunales mantiene sus niveles de prepotencia, machismo, soberbia, y violencia, quiero verle el rostro y que se atreva a decirle a la mariposa que está sola, que nadie la quiere, que no es nadie, que no vale nada y que la pérdida de su vida no sería una gran pérdida para la humanidad, para poderle decir “¡noooo!, te equivocaste … no está sola” y decirle la frase que el día de ayer en el marco de la celebración del día contra la violencia hacia las mujeres “si tocas a una nos tocas a todas” 

Muy importante es resaltar el trabajo que hacen organizaciones como ISDEMU, DIGNAS, ORMUSA, LAS PRUDENCIAS, CEMUJER, entre otras, las cuales te brindan la asesoría de lo que debes hacer paso a paso y tiene contactos en todos lados para facilitar el apoyo a estas mujeres, tienen espacio donde toman el relato de la víctima, elaboran los escritos para la Procuraduría, las atienden con psicólogas al momento en que la víctima entra en crisis de pánico, miedo y terror, pero lamentablemente los recursos no son suficientes como para apoyar en transporte, ni a una persona que acompañe en el viacrucis a la víctima, es ella quien debe hacer todo y a pesar de ofrecer agua y comida y un rato de juego para los niños y así distraerlos de la realidad que están viviendo no tienen la capacidad –siempre por falta de recursos- de decirle a la víctima, “deje aquí a sus hijos, se los vamos a cuidar en lo que usted realiza todos los trámites”

Falta mucho por hacer, demasiado diría yo, empezando con brindar la oportunidad de protección inmediata a la mujer en el municipio o departamento que se encuentre porque al final se trata de proteger a la víctima y evitar que el agresor culmine el círculo de la violencia, asesinándola.

Con este relato no quiero decepcionarle, haga su denuncia, es tedioso pero las instituciones funcionan, aunque la burocracia abruma, hágalo salve su vida y la de sus hijos.

Finalmente si usted puede ayudar a liberar una mariposa, ¡hágalo! Apoye, sobre todo si es la misma mariposa la que le pide ayuda, ellas solo necesitan un rostro amable y una sonrisa dentro de todos esos rostros endurecidos que verá a su alrededor. 

Gracias, mil gracias a todos y todas las que desde un día antes que pedí su apoyo para liberar está mariposa se apuntaron y apoyaron en todo cuanto estuvo a su alcance, en especial a Wendy Castillo quien sin titubear me acompañó desde las 8:00 am hasta las 8.00 pm que regresamos, a Julia quien también estuvo con nosotros en todo momento, a las bellas hermanas de ISDEMU donde encontramos un apoyo incondicional, a las chicas de la Unidad de Género de la PGR en especial a la Licenciada Yanira, a Dilcita que jamás soltó el teléfono dando un seguimiento paso a paso de todo cuanto se hacía, a Nilda Ríos gran activista que de igual manera estuvo comunicada paso a paso vía telefónica llamando y ayudando.

Recuerden solo, tan solo, se necesita una pequeña ayuda de nuestros amigos y amigas…




3 comentarios:

  1. Cierto ese relato describe paso a paso lo que nos toca vivir cuando queremos protección para contra nuestro agresor....yo pase por exactamente lo mismo y yo por amenzanas de.muerte; y lo.q la.jueza dijo en audiencia privada sólo el y yo que llegaramos a un acuerdo; que trataramos de arreglar las.cosas....pero tuve fortaleza para soportar todo; aunque viví tiempos angustiosos y traumas que hasta hace poco me.persiguian en forma de pesadillas; pero que con la.ayudad de Dios los.he ido superando ya que puso un angel en mi.vida y recompenso cada lágrima derramada....fuerza; voluntad y sobre todo amor propio y amor a tus hijos es lo.que necesitas....para salir a adenlante...

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  2. No puedo creer k tras k esas mujers se sienten moralmente mal. Y generalmente la mujer golpeada es la k siebte verfuenza x lp k le paso. Se tenga k topar con k las personas k se supone estan ahi p porotegerla se porten asi de despotas. el solo echo de denunciar toma mucho valor. Creo k yo m ubiera regresado con el agresor al sentir lo k esa persona sintio. Casi casi le toco a ella tomar al tipi de la mano y saccarlo de la casa. K triste k tngan en un puesto tan delicado a este tipo de peraonas.

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  3. luz de maria parada8 de diciembre de 2012, 6:13

    Me encanto este articulo, aqui falta muchisiiimo por hacer yo fui victima del maltrato,logre liberarme de lo fuerte pero ahora esta persona nos tiene en violencioa economica y sicologica, YA LO DENUNCIE Y NO HAN HECHO NADA, como es posible que siendo promotor de salud NO VELE NI POR LA DE SU HIJA YA QUE MI HIJA TIENE UNA ENFERMEDAD CRONICA, es increible que no hagan dada, ya tiene antecedentes penales en el 5 de paz, tiene denuncia en el ISDEMU, pero COMO LAS PUEDE Y VA A DONDE TOBY yo nose que pasa?, condiciona su ayuda economica a que se haga lo que el quiere, no omito decir que es promotor de salud de la unidad de salud de LOS PLANES DE RENDEROS SE LLAMA LUIS MELVIN GRANADA, y tiene un abogado al cual cuando le le busco no esta y ni contesta mis correos ABOGADO JUAN HUMBERTO CAMPOS MONTOYA, que pasara no me lo pregunten y es tan dificil actuar juddicialmente en este pais cuando HASTA LA FAMILIA PREFIERE QUE UNO CALLE POR EL QUE DIRAN. disculpen mi desahogo, y les aplaudo su articulo.

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