¿Quién no ha
escuchado la frase?, un año nuevo es como “una nueva oportunidad, de volver a
iniciar las cosas y de cambiar y mejorar, de ser diferente” miles son las
promesas que se hacen en Nochevieja, entre las principales el bajar de peso,
dejar de fumar, de beber, ir mas seguido a la iglesia, gastar menos, este año
finalmente dejar “a la querida o al querido”, no permitir que el esposo la siga
maltratando y pasar más tiempo con la familia.

Yo comparto
el criterio que un nuevo año nos brinda dos cosas, la primera es que podemos
hacer un alto en el camino y ver todo lo que hicimos y dejamos de hacer el año
anterior, agradecer –al sol, la luna, las estrellas, Dios o a quien usted
quiera- que termina el año rodeado de su familia y que su mamá/papá, abuelo/a
siguen vivos, que no ha perdido a ninguno de sus hijos/as, que logró pagar la
matrícula del siguiente año escolar en fin … que tiene la oportunidad de
abrazar a los que ama en la Nochevieja; y la segunda es que por un momento
cuando el reloj pasa de la media noche nos sentimos más buenos y que tenemos
las fuerzas para poder finalmente cumplir con todas las promesas del año
anterior.
No se trata
de prometer cosas imposibles de cumplir, solo trate de hacer las cosas que
usted sabe que puede hacer y hágalas, la principal –en mi opinión- dedicarle
tiempo de calidad a nuestros hijos/as y lograr marcar la diferencia, que
tengamos la certeza que cuando estén de nuestra edad y ya no estemos con ellos,
puedan decir … mi mamá o mi papá hacía esto o aquello durante esta época …
nuestros hijos/as son los que nos sobreviven y de nosotros aprenden a hacer o
dejar de hacer, si les enseñamos que “nunca tiene más dinero quien más gana, si
no que lo tiene, el que menos gasta” quizá ellos sean menos consumistas que
nosotros, si les enseñamos que no deben tratar de aparentar prosperidad
comprando cosas innecesarias o queriendo obtener lo último de lo último de la
moda o la tecnología, probablemente jamás estén en las listas negras de los
bancos, si les enseñamos el valor de la familia y a disfrutar estar cosas
sencillas como ver películas, cocinar juntos, hacer la limpieza juntos, muy
probablemente sus hijos/as cuando sean padres pasaran mucho tiempo con sus
familias y difícilmente estropearán la armonía familiar con maltratos o
incorporando una tercera persona a su vida, y que sea cual sea la religión
creencia o sabiduría que usted siga que sus hijos/as le vean que lo hace con fe
y alegría así cuando ellos adquieran su identidad religiosa lo hagan de igual
manera.
No prometa
lo que no puede cumplir, solo comprométase a estar con su familia a hacer la diferencia
con sus hijos y recuerde que en la medida que cambie sus hábitos de comida,
bebida y salud podrá estar todo el tiempo que sea posible junto a los suyos,
para poder dar el consejo a tiempo, el abrazo, el beso y para poder acompañar a
nuestros hijos/as en sus triunfos y apoyarlos en sus fracasos.

Gracias por
tomarse el tiempo de leer estas líneas y espero poder –como parte de mis
promesas- acompañarlos con más artículos para el próximo año.
Disfrute con
moderación esta fiesta ….. FELIZ 2013
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