09 diciembre 2013

“666”



Este número corresponde a la multa que deben pagar los diputados y diputadas –aprorrata-  de la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa, la cual ha sido impuesta por el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), debido a que se han negado de manera férrea a entregar la lista de los asesores y sus salarios.

Los argumentos que han dado los diputados y diputadas bajo los cuales sostienen que no deben dar esa información han sido variados: desde que se pone en peligro la integridad física de estos asesores –por los altos niveles de delincuencia-, pasando por decir que los Comisionados nombrados al frente del Instituto de Acceso a la Información pública se están vengando porque no les conservaron los salarios que inicialmente se le habían asignado y últimamente diciendo que la Asamblea no está obligada a revelar ese información. Finalmente, han presentado ante la Sala de lo Contencioso un recurso para evitar pagar la multa.

Hace unos días se filtró a través de las redes sociales un nuevo argumento por el cual los diputados y diputadas se niegan a pagar la multa impuesta por IAIP y es porque el monto de $666 afecta seriamente sus finanzas, puesto que ellos y ellas cuentan con una limitada fuente de ingresos y múltiples obligaciones y erogaciones.

Esta es la gota que derrama el vaso de la indignación, ni ustedes ni yo podemos alegar “limitados ingresos y múltiples obligaciones” cuando se nos imponen multas, y eso que no tenemos salarios como los de los diputados y diputadas de la Junta Directiva que oscilan entre poco más de $4000 mensuales. Además gozan de retribución por gastos de representación, gasolina, telefonía y/o comunicaciones, además de agregar los viáticos cuando tienen a bien salir del país – en esos duros viajes- para capacitarse o asistir a reuniones. Varios han sido los reportajes donde se han expuesto los suntuosos gastos que tienen en la Asamblea Legislativa, desde darse regalos exclusivos en época navideña, hasta cocteles y en una y otra ocasión queriendo hacer ajustes en los ingresos de los presidentes de las comisiones, porque ser presidente de comisión es sumamente desgastante y demandante y deberían tener un reconocimiento económico por ello.

De las pocas veces que nuestras fracciones legislativas se ponen de acuerdo, según las notas periodísticas, han sido los 14 directivos los que han interpuesto el mencionado recurso y han alegado “sus limitados recursos” ante la Sala de lo Contencioso Administrativo. Es decir, en este momento todas las fracciones expresadas en la Junta Directiva son un bloque, monolítico y unido graníticamente, todo con el fin de evitar que el órgano más sensible de todo ser humano sea dañado – la bolsa- y van de la mano evitando a toda costa 1) Dar la lista de sus asesores y sus salarios y contarnos qué diantres hacen y cuál es su trabajo y 2) Pagar la multa.

Verdaderamente es lamentable que los diputados y diputadas puedan tan siquiera pretender esgrimir ese argumento y eso que los otros que han sido expuestos son ridículos.

Me parece que estos son los momentos en que los candidatos a la presidencia de nuestro país se pronuncien sobre este tema; ya basta de hacerse los loquillos y los chicos de las sonrisas y besos, es ahora que deben demostrar una postura seria y consecuente frente a la población que les observa, frente a estas familias que sobreviven con el salario mínimo y que cuando les corresponden multas por atrasos en pagos de servicios no pueden ir donde el proveedor y alegar “ingresos limitados y múltiples obligaciones”.

Imagen tomada de www.unodc.org
Este día conmemoramos el Día Internacional contra la Corrupción, hoy es cuando debería los candidatos demostrar su compromiso con este tema. 

Si estos candidatos están vendiendo harina y no afrecho en el tema de la transparencia y su compromiso con el funcionamiento de la institucionalidad del país, hoy es cuando deben hacer un llamado público a sus colegas en la Asamblea y decirles “Ya estuvo suave, den la lista y paguen la multa”; eso esperaría de candidatos consecuentes y serios, eso los haría a ellos y a los diputados y diputadas dar un paso y hacer honor al legado que dejó Nelson Mandela; de nada sirven sus minutos de silencio, sus 3 días de duelo nacional, ni sus condolencias ni dolamas por la muerte de este emblemático líder, quien si supo en su momento anteponer los intereses generales sobre los personales, sin aferrarse al poder y sobre todo actuar con humildad y no con la inmensa soberbia con la que actúa la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa.

Nadie se salva; todos y todas parecen cortados con la misma tijera –soberbia, ocuridad y cero apuestas a la institucionalidad del país. ¡Den el ejemplo!, ¿Cómo quieren con estas actitudes cambiar la percepción que como población tenemos hacia ustedes? ni la televisión, ni la radio legislativa van a cambiar nuestra opinión sobre los diputados y diputadas, porque esta se ha formado por años y la actual legislatura la siguen reforzando cada vez más.


Cuidado candidatos, nuevamente les digo, quedarse callados ante esto y seguir en sus giras donde prometen transparencia e institucionalidad los vuelve cómplices de lo que hacen sus partidos en la Asamblea Legislativa, recuerden que la población está cansada de promesas –repetitivas y vacías- quiere ver acciones reales, comenzando por un verdadero compromiso con la institucionalidad del país y la transparencia desde sus propios partidos. Si no logran que eso pase ni siquiera ahí, no pueden comprometerse a hacer que funcione en un país, si no logran que 14 cumplan, menos lograrán que funcione para más de 6 millones de personas.

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