Todos/as
desde nuestras propias expectativas hemos estado pendiente del nombramiento del
nuevo gabinete que acompañará al presidente Salvador Sánchez Cerén, nos lo ha
dado a cuenta gotas, hasta hace unos días terminó medianamente de disipar nuestras
dudas.
En
ese contexto, luego de escuchar varios nombres de algunos que ya están en el
gobierno y otros que se sumarán, no se han hecho esperar las valoraciones de
los analistas y de los diferentes sectores de la sociedad, pero siempre hay
comentarios que sorprende por la ligereza con lo cual son vertidos,
personalmente me llamó la atención el comentario que hacía un dirigente de la
Empresa Privada, quien sin ningún tapujo dijo que él veía continuismo, dejando
entre ver que no daba ni el beneficio de la duda, casi con la conclusión del
que entra al cine y ve aparecer el león con la leyenda MGM y se sale del cine y
le pregunta por qué se salió, y responde porque esa película ya la ví.
Es
un hecho irrefutable que ganó nuevamente el FMLN, ¿qué esperaban, qué se
cambiara el gabinete en su totalidad, qué se reformen todos los programas ya
iniciados?, ahora bien a fuerza de ser sincera, no me extraña en lo más mínimo
esta actitud de no ceder ni un milímetro en la posición ideológica, bajo la
concepción que al oponente político no se le debe conceder nada, triste pero
cierto.
Probablemente
el continuismo que tuvimos en 20 años que el partido ARENA gobernó este país
hubiera sido bien utilizado habríamos avanzado no solo en temas económicos,
sociales, educación, salud, seguridad de tal manera que ellos jamás habrían
perdido las elecciones ante Mauricio Funes en 2009, pero no fue así, la
realidad fue que a pesar de ser el mismo partido el que continuamente gobernó,
no tuvieron la capacidad de mantener durante esas dos décadas una unificación
en políticas de nación, muestra de ello no es sólo el hecho de que cada vez que
cambiaron gobierno quitaron de tajo a los funcionarios al día siguiente de las
tomas de posesión, sino además se botaba todo lo hecho en ese período y se
volvía a realizar un nuevo proyecto el cual se ponía en marcha y tenía la misma
suerte al finalizar ese periodo.
Pero
bien, me sorprende que esa valoración además de ser hecha sin reflexionar en lo
que les comento, la diga un dirigente gremial que no se caracteriza en ser una
persona concertadora, prudente, tardo a la hora de juzgar y ciertamente no ha
buscado en ningún momento tener buenas relaciones con el gobierno central,
ciertamente su comportamiento ha sido todo lo contrario, pero además de ello,
este personaje, se ha “reenganchado” como dirigente de su gremial, manteniendo
él mismo ese continuismo que tanto critica, como siempre es muy fácil observar
la paja del ojo del vecino que la viga del nuestro.
En
el caso del gobierno creo que vale la pena que sigan los buenos elementos con
sus proyectos de modo tal que recibamos su trabajo completo y su entrega
personal, como ya lo han demostrado personas como Gerson Martinez y Yanci
Urbina. Ahora bien, en el caso de las gremiales, no me agrada el continuismo,
pues la empresa privada debe parar de confrontar, me parece que deberían
calmarse y tomarse una “nerviflora” y dejar que este mismo partido con gobierno
nuevo, cumpla sus primeros 100 días en el poder antes de sacar conclusiones de
lo que piensan qué pueden llegar a ser 5 años más, porque la paranoia no les
deja ver lo bueno que podemos llegar a tener y tampoco les deja sumarse, por
ello la empresa privada debe dedicarse a lo que le toca, generar riqueza, con
la debida responsabilidad social y defender derecho gremiales y no partidarios,
con visión de país de la mano del gobierno, no hablo de ser servil o genuflexa,
deben ser vigilantes, pero tomando en cuenta que la crítica es buena, siempre y
cuando construya, sea de altura y respetuosa.
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