He leído los múltiples análisis que se
hacen para explicar que de todo el universo de jóvenes que están en edad
de ejercer el sufragio, son pocos los que han obtenido su Documento
Único de Identidad (DUI). En las encuestas pre-electorales puede
observarse la enorme cantidad de jóvenes que, llegado el momento –si así
lo quisieran– podrían inclinar la balanza a favor de uno u otro
candidato. De igual manera, se analiza la apatía o falta de interés
generalizada hacia la política y los partidos actuales. Algunos de estos
análisis –de manera acertada– hacen resaltar que los propios partidos
políticos están concientes de este dato y que, lastimosamente, lo
fomentan. Esto es así puesto que, mientras sean menos los jóvenes que
voten, más crecen las posibilidades de que las elecciones se definan con
sus votos duros. Ello les permite a los partidos tener una mayor
oportunidad de ganar. Por ende, estos no enfocan su publicidad en los
nuevos electores, sino que se dedican a hacer discursos para los
convencidos, enardeciéndoles y polarizándoles aún más.
Personalmente, creo que sí existe una
apatía generalizada entre los jóvenes, pero no creo que sea hacia la
política. Más bien, esta actitud está dirigida hacia los políticos que
actualmente tenemos en la palestra de nuestro país, pues sin importar el
bando que se quiera analizar, todos
los discursos se basan en las misma promesas históricas –por no decir
viejas–. De igual forma, se siguen realizando las llamadas “promesas de
cajón” que se basan en “yo haré, esto y no haré lo otro; combatiré frontalmente esto y aquello y además en mi gobierno todos podrán…”,
el problema es que ninguno nos dice ¿cómo? Todos tartamudean cuando se
les pregunta: “¿con qué dinero se logrará tal o cual promesa?”. Al
final, todo se reduce a “voten por mí, en el camino vamos a ir
resolviendo”. Al final, los partidos logran que se vote por el personaje
o bandera –según sea su fuerte- que llevan al frente de su campaña,
poniendo al candidato como el redentor que nos sacará en 5 años de
cualquier situación. Ninguno de los candidatos, hasta el momento,
siquiera se preocupa en dar a conocer quiénes serán parte del gabinete
de llegar a ganar, lo que nos permitiría hacernos una idea de cómo será
ese gobierno con determinada persona al frente de ciertas carteras como
Salud o Educación, qué cambios harán y qué cosas se van a conservar. Eso
sí, los candidatos se encargan de decir que todo lo que ya se hizo está
mal hecho, lo cual es debatible: hay aspectos y políticas a las que
debe dársele continuidad y solo deben ajustarse o focalizarse.
PUEDEN SEGUIR LA LECTURA : http://xpressate.net/sera-solo-simple-apatia/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y tu que opinas?