22 abril 2014

Una Flor por las 17

He dado a luz cuatro veces, tres partos naturales y una cesárea; en el primer parto tuve la peor atención del mundo en el Hospital Nacional de Maternidad, desde los regaños de las enfermeras a la indiferencia del médico que me veía doblarme del dolor y que me decía: “Eso es ser madre, así se hacen las mujeres, por el mismo sitio donde le metieron el bebé, debe salir” y se rehusaba a revisarme aduciendo que por ser primeriza no podría tener más de tres centímetros de dilatación. Cuando al final accedió de mala gana a revisarme me introdujo la mano con tal fuerza que me rompió la bolsa, pues ya tenía 10 centímetros de dilatación.

Mi segundo embarazo di a luz en un hospital privado, ¡Que diferencia! Me hacían piojito, me daban hielo, nadie me regañaba, pero al momento de tener a mi hijo, me dio algo que se llama: “Atonía Uterina” el útero deja de moverse y queda abierto, lo que produce un sangramiento que de no ser controlado en un término de 20 minutos la paciente puede morir, bueno, mis 25 años me ayudaron, dijo mi doctora. Años después tengo otro embarazo, en las misma condiciones y de la misma forma, ahí va de nuevo la “Atonía Uterina”; de mi tercer parto casi muero, a mi esposo y madre les dijeron “hemos hecho lo humanamente posible” pero logré salir y bueno ahí voy nuevamente ¡embarazo!, otro bebé, luego de dos Atonías nadie daba un cinco por mi cuarto embarazo. No teníamos planeado tener otro hijo, y al verme en la situación de pensar que podría dejar solos a los 3 mayores, me tocó analizar y tomar mi decisión, contemplar opciones, pero al final decidí correr el riesgo –hablo en singular porque es mi cuerpo y fue mi decisión, y mi esposo a pesar de ser su hijo respetaría la decisión que yo tomara- así pues planeamos la cesárea, nació mi hija, quien venía hecha un nudo con el cordón umbilical, doble circular al cuello, bandolera y doble en el abdomen, jamás la hubiera podido sacar en un parto natural, probablemente se hubiera ahorcado con el cordón.

Pero no dejo de pensar qué habría sucedido si hubiera tenido esta niña o los otros dos en el sistema de salud nacional, probablemente habría muerto en la primera atonía y peor aún qué habría sido si hubiera residido en zona rural, siendo analfabeta, con desnutrición y otras desventajas, no dudo que de haber tenido el problema con mi última hija y esta hubiera nacido muerta, estaría purgando cárcel con una condena de 40 años de prisión por homicidio agravado.

Esto lo digo con mucha certeza pues, actualmente hay 17 mujeres condenadas bajo esas circunstancias, existen varias organizaciones, activistas independientes, abogados entres otros que estamos pidiendo indulto para sus casos, hemos visto los casos de estas mujeres y las condiciones en las que se ha dado su condena, inicialmente acusadas de aborto y luego cambiado el delito por homicidio agravado, no exagero, porque al ver esos expedientes y ver los procesos judiciales los cuales dicho sea de paso están plagados de inconsistencias, falta de pruebas, procedimientos médicos y policiales deficientes y sin una efectiva representación en su defensa, cada caso tiene su particularidad; lo único en común que tienen estas mujeres es ser analfabetas o de baja escolaridad, de zonas rurales y que se embarazaron y llegaron a los hospitales con sangramientos monumentales, chocadas, inconscientes en unos casos, conscientes pero desorientadas en otros y salieron del hospital directo a la cárcel.

No se trata de hacer una defensa del derecho a decidir, porque yo decidí tener a mis hijos/as, pero jamás obligaría a nadie a correr ese riesgo, no le impondría a nadie mi decisión o creencia ni la falta de estas, por eso es el derecho a decidir, no importa la decisión … pero eso es materia para otra columna.

En este país, la prensa -escrita o no- ciertos periodistas y las religiones tienen satanizada  la palabra aborto, este es un término al que muchos y muchas consideran el crimen más atroz de la humanidad, simple y sencillo, no hay medias tintas en esto, claro todo por la concepción que debes ser una buena madre con tus instintos “naturales” y debes alegrarte hasta la locura por tu embarazo –no importa como fue la concepción esto incluye la violación y no importa si tu propio padre, abuelo, hermano o primo lo hizo- y luchar por ese bebé para sacarlo adelante bajo cualquier circunstancia y pasando todas clase de vicisitudes, porque eso es ser mujer y madre, algo sobre natural nos impulsa y nos da ese revestimiento, un corazón de “barro” muy distinto al del hombre, a ellos no se les puede pedir ese sacrificio, no fueron “creados” para ello, por eso se ve natural la paternidad irresponsable y se condena a muerte la maternidad irresponsable, con términos populares “cualquier perro es padre”, “ni una perra trataría así a sus crías”.

Pero nadie se toma el tiempo para averiguar después de ver una noticia “mujer capturada luego de haber dado a luz en letrina…” “joven arrestada luego de encontrarla sangrando y con un aborto…” ¡ABORTO! Hasta ahí llega la lectura, a nadie le interesa saber en qué condiciones se dio, si fue por un esfuerzo físico, porque fue violada estando embarazada, porque no tenía cuidados prenatales, por desnutrición y por cualquier infinidad de causas en las que se da un aborto espontáneo, menos les interesa saber si la concepción fue por abuso sexual o porque no tienen información de cómo evitar un embarazo –me refiero a información veraz, el ver miles de anuncios de condones en la televisión no es educación sexual-, esos son “males menores” lo importante es que esa “sucia, sinvergüenza y anti-natural mujer” no tiene el sagrado "instinto maternal".

Así tenemos condenadas a 17 mujeres quienes están purgando condenas de hasta 40 años de cárcel. En ningún momento es mi intención que cambien sus creencias, si las tienen o no, les pido que se asomen, se den el tiempo de averiguar bien, antes de sacar conclusiones lean los expedientes, acérquense a las organizaciones y lean, infórmense, no emitan juicios, acabamos de pasar la Semana Santa y se les olvida a todos los que gustan de acusar bajo el abrigo de sus creencias religiosas, que, con la vara que midan, serán medidos.


Mi Flor por las 17, es pero su vida no se marchite.
Espero que los tres órganos del Estado se pongan de acuerdo y den el indulto en cada caso, hay suficientes elementos para darlo, no es simple humanidad, es que hay injusticia en estos procesos y 40 años de cárcel a 17 mujeres por delitos no cometidos, nos vuelve a recordar que la pobreza, ignorancia e injusticia sigue teniendo rostro de mujer y que la serpiente solo muerde al descalzo.


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